El teatro como herramienta de crecimiento
“EL TEATRO COMO HERRAMIENTA DE CRECIMIENTO”
El arte, o cualquier disciplina artística, es un recurso maravilloso para desarrollar la inteligencia emocional, para canalizar y trasmitir las emociones.
El teatro es un arte donde los actores y las actrices nos la jugamos constantemente, donde nos exponemos, donde ponemos todas nuestras miserias y grandezas, a través de los personajes, encima de la mesa. A través de los personajes integramos partes nuestras menos conocidas, recorremos caminos menos transitados y vivimos situaciones menos exploradas. A través de nuestra profesión crecemos y evolucionamos.
Y también ocurre el camino de vuelta; los actores y las actrices debemos estar en constante desarrollo y evolución para ponernos al servicio de nuestros personajes.
Es un beneficioso camino de ida y vuelta, de dar y recibir.
¿Por qué esta herramienta tan poderosa de crecimiento y desarrollo sólo puede estar a disposición de los actores y actrices profesionales?
El teatro es una herramienta poderosísima para conocerse y conocer a los demás, para entenderse y entender a los demás, para darse cuenta de los sentimientos y emociones, para aceptarlas, transitarlas y gestionarlas. Para desarrollar la escucha, para aprender a ver, a mirar y percibir a uno mismo y a los demás, y por lo tanto para aprender a relacionarse mejor.
En inglés actuar es TO PLAY, en francés JOUE, y en alemán SPIELEN. Las tres se traducen por JUGAR.
El teatro es una herramienta poderosísima para, a través del JUEGO, desarrollar la creatividad, superarse y aumentar la autoestima.
El teatro es una gran herramienta y un magnífico recurso para utilizar en la educación, crecimiento y desarrollo de los niños, que serán los adultos del mañana.
En el sistema educativo actual la mayoría de las horas lectivas están dedicadas al desarrollo de la parte intelectual; la mayor parte de las asignaturas están destinadas a adquirir y aprender conocimientos por medio del estudio.
Al mismo tiempo cada vez somos más conscientes de la necesidad de desarrollar la inteligencia emocional y de aprender a través de la experiencia, a través de la vivencia. Cada vez somos más conscientes de la importancia del conocimiento de nosotros mismos.
Y afortunadamente los encargados, o los responsables de la educación de los adultos del mañana; los educadores, son conscientes de estas carencias porque las han sufrido en su propio desarrollo, y las sufren a la hora de lidiar cada día con el programa educativo y con la carencia de medios que tienen a su disposición.
Son conscientes de la necesidad de herramientas para afrontar la importante tarea de educar a sus alumnos, y de la falta de recursos para acompañar y guiar a los niños y niñas en su crecimiento.
Y por esto están ávidos de actividades que les ayuden a completar su formación, a crecer como personas y, por lo tanto, como profesores o profesoras.
En la Fundación Botín estamos utilizando, dentro del programa de desarrollo de inteligencia emocional, el recurso del teatro con los educadores, para que luego ellos puedan poner su crecimiento y las herramientas adquiridas, al servicio de la educación y del desarrollo de sus alumnos.
Hacemos teatro jugando y jugamos a hacer teatro, para que luego los educadores puedan JUGAR con sus alumnos y acompañarles en su crecimiento.
Es una sensación maravillosa sentir en cada taller lo involucrados que están en su importante tarea, y la actitud que tienen a la hora de afrontar su gran responsabilidad.
Es emocionante ver como en cada taller juegan y se la juegan. Y ver como a través del teatro y del juego se trasforman y evolucionan.
Es fascinante sentir que el teatro sirve, que el teatro TRASFORMA.
Foto del Curso Teatro para Educadores de la Fundación Botín, septiembre 2014
Adolfo del Río, actor, profesor y director de teatro.
Ejemplo de padres en Santander
El 18 de mayo en Santander estrenamos un montaje teatral basado en “El Principito”. Ocho familias participaron en esta afortunada iniciativa creada por La Fundación Botín. Durante seis domingos padres, madres, hijos e hijas, guiados por Adolfo del Río, crearon y ensayaron una emocionante función.
Ha sido una maravillosa experiencia que ninguno de los niños y niñas, y seguramente los mayores, olvidarán jamás. A parte de haberla compartido, los niños y niñas han visto como sus padres y madres se involucraban, creaban, se exponían, y se la jugaban junto a ellos. Han sido un verdadero ejemplo para sus hijos e hijas.
Toda la vida he oído la frase o el refrán “No me des los peces, enséñame a pescar”.Yo iría más allá: “No me des los peces, no me enseñes a pescar, pesca conmigo”. Esto es lo que han hecho estos padres y madres; han pescado con sus hijos y os puedo asegurar que se han mojado el culo. Estoy seguro de que estos niños y niñas en un futuro serán unos magníficos pescadores y pescadoras.
Muchas gracias a La Fundación Botín, y a su responsable del departamento de educación Vanesa Galego, por esta maravillosa iniciativa.
Viendo a los demás no como son, sino como pueden llegar a ser, ayudamos a que sean como pueden llegar a ser.
Compartimos aquí las palabras de nuestra amiga y maestra Ana Luisa Pérez de la Osa:
Cuando alguien confía en nosotros y nos da libertad de expresarnos alabando nuestro poco que sea, nos esta colocando unas alas en el corazón para impulsar nuestras ganas y así lograr q nuestra estima capacidad y creatividad vuelen mas alto.
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